Magdalena y César se casaron en la ermita de San Antonio de la Florida, situada al margen del Río Manzanares en Madrid.
El banquete lo celebraron el Hotel Santo Mauro, un sitio precioso compuesto por tres edificios rodeados de unos jardines magníficos que lo convierten en un oasis en el centro de Madrid.
El ramo al igual que el tocado, fueron elaborados por Blumaris. Le añadieron al look un toque desenfadado que combinado con el vestido de tejidos ligeros y encajes, le dieron a Magdalena un aire Boho Chic.
Como es tradición, ya sabéis que entre otras cosas, la novia debe llevar algo prestado. Aquí fue dónde una muy buena amiga de Magdalena aportó su granito de buena suerte para los novios y le dejó unos pendientes de diamantes y oro blanco que la acompañaron durante este día tan especial.
La novia también debe llevar algo viejo y aquí es dónde nosotras nos pusimos manos a la obra. Elaboramos el cuerpo del vestido con un encaje de una blusa de su bisabuela, recuperando las piezas de esta prenda tan antigua y aplicándolas en el vestido. ¿A que es un detalle ideal?
Fotografía: Marta Tena