La ceremonia y la celebración se llevaron a cabo en La Posada Real del Pinar en Pozal de Gallinas (Valladolid) durante un caluroso 16 de Mayo. Los padres de Virginia se habían casado un 18 de mayo y le hacía mucha ilusión repetir esa fecha tan memorable. Toda su boda, fue un símbolo para recordar a una de las partes más importantes de su vida, sus padres.
Esta finca era el lugar ideal por sus 130 hectáreas de terrero, que simbolizan la zona donde los novios nacieron. Una finca típica de Castilla, con pinar y los elementos rurales con los que la pareja creció.
Israel y Virginia se conocieron hace más de 20 años cuando trabajaban de camareros en un mítico bar de los 90, el "Haciendo Skina". Allí crecieron, vivieron, compartieron y maduraron juntos en una gran familia durante los 10 años que duró abierto. Después de muchos años separados, cada uno viviendo en distintos países, sus vidas se encontraron y decidieron que todo este tiempo, habían estado esperando el uno por el otro. Poco tiempo después, estaban comprometidos en secreto. Fue una sorpresa para todos sus conocidos excepto para el padre de Virginia, que fue el primero en enterarse!
Virginia llegó a nuestro taller de la mano de nuestra amiga y wedding planner Ay Letizia!, que nos acompañó durante todo el proceso. Le hicimos un vestido ajustado a la cintura para resaltar su figura, con una espalda ideal que se transparentaba y en la parte superior estaba unida con una cadena dorada.
El tocado y el aplique de la cintura los hizo Carmen María Mayz, los zapatos en verde y bronce fueron elaborados por el Taller Resán y las joyas habían estado dentro de la familia desde siempre. El anillo de oro con un topacio era de su madre y a Virginia siempre le había hecho ilusión llevarlo en una ocasión especial y ¿qué mejor ocasión que su propia boda?. Los pendientes eran de oro y habían pertenecido a su abuela.
Su peinado y maquillaje son de Estilismo Maria Alejandra.
Virginia nos confiesa que han sido unos novios un poco anárquicos y que no querían llevar alianzas. Aunque estuvieron mirando algunas opciones, al final decidieron que solo se querían dar sus votos en público junto a las personas que más querían. Pero un mes antes de la boda, su madre le dijo que a su padre, que había fallecido poco tiempo antes de la boda, le habría hecho muchísima ilusión que llevasen las alianzas que los habían unido durante todos estos años. Y así fue... ella lleva la alianza de su madre e Israel, la que había pertenecido al padre de Virginia.
La boda de Virginia e Israel, cargada de detalles especiales y muy emotivos, fue fotografiada por Sara Lobla.
Desde aquí, le deseamos a Virginia e Israel la mejor de las suertes! Mil gracias por haber contado con nosotras para este momento tan especial.